Estamos aprendiendo que el intestino influye en el cerebro y en la salud mental.
Estamos aprendiendo que el intestino influye en el cerebro y en la salud mental. Hoy sabemos que en las tripas hay 100 millones de neuronas que aparte de controlar el tránsito intestinal, están directamente involucradas en procesos neurológicos y psicológicos.
La ciencia ha descubierto en los últimos años a través de distintas investigaciones que existe una estrecha relación entre el microbioma intestinal (bacterias que habitan en el sistema gástrico) y el cerebro. Existe una clara relación bidireccional, donde no solo la falta de bienestar emocional repercute en el bienestar intestinal a través de los procesos inflamatorios, sino en sentido inverso, existe evidencia de como estas bacterias repercuten en el estado emocional.
Se pensaba, que la microbiota se encargaba solo de los procesos digestivos y la síntesis de nutrientes, pero hoy sabemos a través de las investigaciones, que influyen no solo en las neuronas del intestino, sino también en las neuronas y las células gliales del cerebro principal, por ejemplo, reduciendo los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumentando los niveles de serotonina (neurotransmisor regulador del estado de ánimo, que genera sensación de orgullo, confianza y amor propio). Ahora entendemos mejor cuando decimos que “El amor nos sale de las entrañas”.
En resumen, ya estamos observando que estos microorganismos intestinales pueden influir en nuestra conducta, humor, y en el bienestar emocional.
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