El amor como emoción positiva suprema en los equipos de alta performance.
Cuando operamos desde los miedos del EGO tendemos a ser jerárquicos y a reducir al otro a su expresión mínima para neutralizar la amenaza de la alteridad. Tendemos a perder nuestros valores y las fuentes internas de poder. Pero en la transformación aparece el AMOR como emoción suprema que trasciende esa jerarquía organizacional. ¿Cómo? A través de la vulnerabilidad, dado que las personas valientes muestran su mejor versión cuando son vulnerables. Implica mostrar sus dudas, sus temores, alejándose de la idea del que el jefe tiene siempre tiene todas las respuestas. Es el INpowerment que significa que
cada persona tiene la capacidad y posibilidad de decir la verdad, aportar con sus sueños, perspectivas e ideas al equipo. Lejos de ver esto como un error o una debilidad, les parece una puerta de entrada a la autenticidad, a la conexión y al poder.