La justicia social juega un rol clave en el bienestar.
Las personas podemos hacer mucho por nuestro bienestar y felicidad, ya que gran parte de estos niveles dependen de la interpretación que hacemos de nosotros mismos, del mundo que nos rodea, y del puente que nos une.
Pero también sabemos por un nuevo estudio, hecho con 170.000 individuos en 28 países a lo largo de 10 años, el cual sugiere que la justicia social y económica juegan un rol relevante en el bienestar y la felicidad de los ciudadanos en las sociedades de los distintos países.
Los países que promueven mayores niveles de justicia social y económica tienden a ser sociedades más felices.
Uno de los indicadores usado es el EU social justice index, el cual incluye indicadores como la equidad en la educación, en la salud, niveles de pobreza, niveles de desempleo, representación de género, justicia intergeneracional, entre otros.
La justicia social y económica no solo es relevante, sino que es el segundo mayor predictor de satisfacción con la vida, después del capital social del país (las relaciones familiares, networks sociales y laborales, nivel de confianza en las instituciones, grado de participación cívica, entre otros).
Por lo tanto, las relaciones sociales son muy importantes para el bienestar y la felicidad, pero las condiciones en donde vivimos nos facilitan las oportunidades y los recursos para perseguir nuestras aspiraciones y conseguir nuestros objetivos.
Una mayor justicia social y económica comunica a los ciudadanos que son valorados y que son importantes para sus comunidades, lo cual es muy importante para su bienestar psicológico.
Por ejemplo, no es casualidad el nombre del movimiento “Black lives matter”.
Mayores niveles de justicia social en los países ayuda a disminuir la discriminación hacia los migrantes, buscadores de asilo y extranjeros en general.
En resumen, los países con mayor justicia social entregan más recursos cognitivos, emocionales y sociales, y facilitan un rango amplio de oportunidades, lo que impacta en una mayor satisfacción con la vida, una mayor confianza mutua, una comunidad más inclusiva y contributoria, y una mayor diversidad.