El término y concepto de la felicidad se ha banalizado y trivializado.
El término y concepto de la felicidad se ha banalizado y trivializado, transformándola en una palabra supérflua y de alta liviandad.
Aprender lo que la ciencia dice, es importante pero no alcanza, ya que hay que hacer efectivo éstos aspectos en la propia vida, lo cual requiere de trabajo y esfuerzo.
Por ejemplo, uno de los aspectos que ha descubierto la ciencia que nos lleva a un incremento de la felicidad está relacionado con la maximización del propio bienestar emocional, el cual fluye en una mirada del presente que nos permite tener calma y tranquilidad, un recuento del pasado que nos permite experimentar orgullo, paz y gratitud, y con una visión de futuro que nos moviliza con esperanza y optimismo al logro de las metas y objetivos.
Tenemos que minimizar la frecuencia de emociones negativas (no descartar ya que son necesarias), e incrementar la frecuencia de emociones positivas.
Podemos re-cablear el cerebro haciendo pequeños cambios en nuestros hábitos y comportamientos para potenciar los factores que incrementan la felicidad.